domingo, 22 de mayo de 2011

UNA PROPUESTA INTERESANTE




De entre las sucesivas exposiciones grupales realizadas por los compañeros de clase para esta asignatura (y todavía faltan varias), ninguna ha tratado un colectivo que personalmente me es muy agradable y en el cual en un futuro próximo me gustaría trabajar como profesional de lo social. Por ello, esta entrada estará dedicada a ellos, una idea surgida a partir del visionado de un video que recogía una práctica que se está llevando a cabo en un centro de día y la cual me resultó muy interesante y fascinante. Me detendré en ella en las siguientes líneas.


Nuestra sociedad cada vez es más longeva, nuestra esperanza de vida ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos y el grupo poblacional de personas que superan los 65 años copan un importante porcentaje de la población total, un hecho que entre otras consecuencias, provoca la inversión de la pirámide poblacional. En tiempos no muy lejanos, los más mayores del lugar eran considerados sujetos con sabiduría, experiencia y de la que había mucho que aprender. Sin embargo, la situación hoy en día se ha terciado enormemente y este colectivo ha pasado a ser uno de los muchos que se encuentran en serio riesgo de exclusión social, pues es la propia sociedad quien le relega a un papel minusvalorado y las apartan, considerando que ya no tienen nada que aportar.


Entre los numerosos factores de riesgo que presentan, uno de los más importantes y significativo, señalado incluso por las propias personas mayores, es la soledad, el no contar con nadie con quien compartir la última etapa de su vida. Algunos se ven abocados a acabar sus días en su propia casa, sin ningún tipo de contacto ni relación por parte de sus familiares; otros tratan de salir de los muros de su vivienda para insertarse en un centro en el que al menos, gozan de la compañía de otras personas que al fin y al cabo presentan sus mismos problemas. También es cierto que en algunas ocasiones algunas familias por las circunstancias de la vida (trabajos sobre todo) se ven en la necesidad de insertar a sus mayores en residencias para tratar de paliar la desatención que provocaría el no poder visitarlos día a día al estar residiendo en otros lugares. Todo ello provoca que la persona mayor se resigne y contemple el hecho de no poder contar con el aprecio de aquellos a los que un día les dieron la vida. Hay quienes incluso que, en estas condiciones (motivos laborales) hacen lo posible por pasar el mayor tiempo posible con sus progenitores; otros, desgraciadamente olvidan que es a ellos a quienes le deben su existencia y reniegan de su compañía.


Una unidad de día de un pueblo del Aljarafe sevillano se ha propuesto hacer frente a esta circunstancia en la que muchos mayores se ven inmersos. Así, su propuesta me parece de lo más interesante para paliar ese vacio emocional y sentimiento de soledad a la que muchos se enfrentan, y también para favorecer un contacto intergeneracional muy debilitado desde hace tiempo, y que ponen en evidencia la falta de interés de los sectores de menor edad por las más mayores del lugar. Esta actividad que están llevando a cabo supone el “apadrinamiento” por parte de los alumnos de cuarto de primaria de un centro escolar de la capital de Andalucía de una persona mayor de la citada unidad de día.


Los contactos están teniendo lugar periódicamente y los lazos que se están estableciendo entre ellos son los suficientes como para que, sobre todo, los mayores sientan el afecto y el cariño de los que muchos carecen. Igualmente los niños se sienten muy atraídos e interesados por la idea y los vínculos establecidos tienen tintes de ser duraderos en el tiempo a raíz de los testimonios de los protagonistas.


En el siguiente enlace que les presento podrán ver el reportaje que un programa de televisión ha realizado en el segundo de los encuentros entre estas personas. Es muy emotivo (le recomiendo que lo vean), cargado de gran ternura pero a la vez satisfacción al comprobar que se llevan a cabo iniciativas tan interesantes como éstas. Se ponen en contacto generaciones tan diversas, pero a la vez tan complementarias en el que seguro el aprendizaje será mútuo.


http://www.canalsuralacarta.es/television/video/presenta-juan-y-medio/2992/32 3 parte del video min 19.10


Os dejo también la noticia donde se habla de ello:


http://www.elcorreoweb.es/sevilla/121131/apadrina/abuelo


Para concluir les muestro una lista de funciones que el educador social podría realizar con el colectivo de personas mayores.



  • Reeducar las AVD (actividades de la vida diaria) hacia la autodependencia y el posterior mantenimiento.

  • Fomentar y utilizar herramientas de comunicación.

  • Fomentar actividades recreativas y sociales.

  • Favorecer el contacto con el entorno más cercano.

  • Promoción de la salud.

  • Facilitar la adquisición de hábitos de vida saludables.

  • Facilitar el contacto intergeneracional.

  • Fomentar el voluntariado en personas mayores.

  • Realizar cursos y actividades lúdicas.

  • Potenciar la dimensión relacional de la persona mayor.

  • Trabajar con los familiares, implicándoles en el trabajo con sus familiares.

  • Dinamizar al colectivo.

  • Trabajar conjuntamente con otros profesionales en equipos interdisciplinares.

Fuente:


http://www.eduso.net/res/?b=11&c=100&n=322


http://www.eduso.net/res/?b=11&c=100&n=314

http://salud.discapnet.es/Castellano/Salud/Salud%20Mayores/Recursos%20asistenciales/Profesionales_sector/Paginas/Educador%20social%20centros%20mayores.aspx

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