jueves, 5 de mayo de 2011

EXPOSICIÓN GRUPAL: COLECTIVO GITANO_ 13/04/2011

(Bandera del colectivo gitano)
Continuando con las exposiciones semanales en la asignatura “Intervención educativa ante problemas de desadaptación social” llegaba el turno para Jessica, Tania, Miriam y Yolanda quienes centraron sus esfuerzos en el colectivo gitano, desarrollando una labor de sensibilización y adentrándonos en la “Diversidad en el Mundo Gitano”.

Para dar comienzo a la sesión demostraron algunos estereotipos, mitos que sobre ellos tenemos, y es que si ya vengo comentando a lo largo de mis entradas cómo los prejuicios se imponen ante cualquier colectivo del que poco o nada de información tenemos, en este que aquí describiremos se hace más que patente, y a lo largo de siguientes líneas podrán dar buena cuenta de ello. También se ayudaron del popular juego “Quien es quien” en el que se trataba de poner en evidencia los prejuicios que mayormente tenemos sobre el citado colectivo. Se encuentran muy arraigados en la sociedad… Sí, son los que ahora, querido lector, estás pensando… por lo que evitaré redundar en este asunto.


Ni que decir tiene que el colectivo gitano tiene una cultura propia y unos orígenes que muchos desconocemos, por lo que no vendría mal comenzar por ello. De origen indio, su llegada a territorio ibérico se produce allá por el siglo XVI. La percepción social que por aquel entonces tenían de ellos era muy positiva, y fueron recibidos con agrado por lo autóctonos, por lo que no podría hablarse de exclusión social. Sin embargo, todo cambia con el Reinado de los Reyes Católicos, momento en el que empiezan a girar estereotipos sobre los gitanos, se producen persecuciones a todo aquel que formara parte del colectivo, del mismo modo que se lleva a cabo una represión política.


La situación se ve modificada llegados al siglo XIX, periodo en el cual se observa una paulatina acomodación y aceptación de los mismos, efectuando trabajos especialmente rurales, como son la ganadería y la agricultura. Pese a ello, todo vuelve a dar un vuelco cuando, tras la industrialización surgida tras la Revolución Industrial, se ven en la necesidad de emigrar a la ciudad (éxodo rural) en busca de otros trabajos que le reporten ingresos para poder subsistir. Empiezan de nuevo a surgir estereotipos y prejuicios sobre ellos que no hacen más que extenderse tanto en el conjunto de la sociedad como en el tiempo, pues muchos de ellos todavía perviven.


El perfil del colectivo gitano en nuestro país es el siguiente:


- Su esperanza de vida es 8-9 años menor que la de sus compatriotas payos.


- Casi todos los niños, el 94%, van a la escuela en Primaria. Pero pocos siguen a la Secundaria y un 80% abandona sin acabarla (la media de los españoles ronda el 31%, y entre los inmigrantes, el 46%).


- Aunque tienen una tasa de actividad mucho más alta que el resto de la sociedad, solo la mitad de los que trabaja es asalariado (frente a un 81% de la media española) y de ellos solo el 15% tiene un empleo fijo. Muchos viven de la venta ambulante.


- Prácticamente todos viven en pisos (los chabolistas rondan el 5%), pero suponen el 12% de los españoles que sufren exclusión severa, aunque son el 2% de la población. El 17% de los hogares recibe ayudas sociales o de ONG.


- El 42% siente rechazo al entrar en una piscina, una discoteca o una tienda. El 90% es partidario de que la mujer trabaje fuera de casa.


- Se suelen casar por el rito gitano además de por lo civil o la Iglesia; las parejas viven cerca o con los padres de él y casarse con un pariente aún es frecuente.



Fuente: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/integracion/gitana/algo/habremos/hecho/bien/elpepisoc/20100918elpepisoc_1/Tes



Su cultura es peculiar, y entre sus principales aspectos significativos destacan:


· Importancia destacada de la familia, donde es posible que se cuente incluso con más de un centenar de personas.


· El sector varonil es el que goza de mayor protagonismo e importancia. A él se encomiendan las tareas de sustento económico de la familia; la mujer asume un papel más secundario, y su rol se limita básicamente a la realización de tareas domésticas: limpieza, cuidado de los hijos… A este último aspecto señalar que su infancia se ve acortada por esta circunstancia, pues desde muy temprana edad destinan sus esfuerzos en ayudar a sus madres en las tareas de casa. En ello también influye su casamiento, que se produce con 16-17 años.


· Respeto a los mayores y los muertos.



Precisamente antes de la realización de este escrito tuve la oportunidad de ver un programa de televisión que trataba al colectivo en cuestión, “75 minutos: a mucha honra” que emitió la televisión pública de Andalucía, Canal Sur. Aquí os dejo el enlace por si a alguien le interesa verlo.


http://www.canalsuralacarta.es/television/video/a-mucha-honra/2261/9


Entre muchos de los asuntos que el mismo trató se encontraba el de la desmitificación del colectivo. Así, se contó con el testimonio de una chica gitana que estudia una carrera universitaria, precisamente Trabajo Social. Este hecho no supondría ninguna reflexión, si ésta no perteneciese a dicha cultura. Y es que, con ello se derriban ciertos estereotipos que catalogan a los gitanos como individuos sin aspiraciones laborales. Esta estudiante, así como estas otras personas que aparecen en el siguiente enlace, es una prueba de que esta concepción no obedece más que a una errónea extensión de un comportamiento individual, y por qué no decirlo también, a la desinformación sobre éstos que nos lleva a creernos lo que desde diferentes ámbitos de la sociedad se postula, más si cabe si son los mass media quienes lo transmiten.


http://www.hoy.es/v/20100227/sociedad/gitanos-universitarios-20100227.html



No obstante, noticias como éstas, así como otros reportajes más cercanos a dicha realidad también merecen mi consideración, pues con ello, desde las mismas fuentes donde se propaga esa imagen distorsionada, se difunde esa otra a la que poco estamos acostumbrados, y si con ello también se fomenta una mayor sensibilización sobre el propio colectivo, bienvenido sea… Utilizar los mismos medios para “desinformar de lo informado” (me he permitido esta pequeña ´adaptación´, en clara alusión a ese lema que espontáneamente todo hemos incorporado en nuestra clase de “desaprender lo aprendido”). Evidentemente con ello no se quiere decir que todos los gitanos sean bellísimas personas, honradas y trabajadoras, al igual que ocurre con los payos, lo que se pretende es no criminalizar a un colectivo por la actitud de una cierta cantidad de personas…


Pero no solo tenemos en nuestras mentes una idea preconcebida de una persona gitana, sino que además pretendemos que se comporten de acuerdo a nuestras expectativas. Esto queda perfectamente ilustrado en una de las personas que aparecen en el anterior documental, de igual modo que nuestras compañeras lo comentaron en clase. La razón estriba en que cuando alguien actúa de una manera distinta a cómo nosotros esperamos, esto es, nuestros esquemas mentales determinan, se tiende a considerarla como una excepción del grupo. Pues no pareces gitana, afirma la chica que le sugieren cuando conocen sus interés, preocupaciones… A pesar de todo, ésta trata de presumir y pregonar su condición de gitana allá por donde va.


Curiosa circunstancia la que encontramos a partir de esta apreciación. Me explico, si la conducta de un sujeto en cuestión está mal vista socialmente se tiende a extender dicha actitud al resto de individuos de su grupo; en caso contrario no… Fíjense de nuevo en los datos estadísticos sobre la población gitana que postulé con anterioridad, veremos pues como se confirma esta tendencia… lo haré a través de una pequeña tabla.


















ESTEREOTIPOS SOCIALES (GITANOS)


ESTADÍSTICAS REALES


- Los gitanos no escolarización a sus hijos.


El 94 % de los niños gitanos van a la escuela. Solo el 6 % no lo hacen. Aunque es cierto que un porcentaje bajo accede a estudios superiores.


- Los gitanos no trabajan


Tienen una tasa de actividad superior al resto de la sociedad.


- Los gitanos viven en chabolas.


Solo el 5 % de la población gitana viven en chabolas.



Como toda cultura, la gitana tiene también puntos débiles y que merecen especial atención. Es por ejemplo el papel de la mujer en el entorno de la misma. Es cierto que no es que se le minusvalore, el problema se encuentra en otorgarle únicamente las funciones reproductivas, una concepción de muy antaño que parece perdurar, especialmente en esta cultura. Cómo también pude conocer en el propio reportaje, son las personas de esta etnia las que reconocen aquellos aspectos en los que hay déficits, como en este descrito. Ante esta cuestión, dice una señora gitana, se intenta mantener las costumbres de los antepasados y se rectifican las que no van con los tiempos. Es precisamente en ese aspecto donde se está trabajando, pues cada vez es menor la dependencia de la mujer gitana con respecto al hombre. Además, parece haberse instaurado la opinión de que la mujer también ha de trabajar fuera de casa.


Sin embargo, también poseen otros valores del que muchos han de aprender, por ejemplo del respeto hacia los mayores. Este grupo de edad es fundamental y esencial en ellos, toda decisión que pueda tomarse ha de contar siempre con la aprobación de los mayores de la familia. También es de destacar la protección, la seguridad de la que suelen gozar cuando se encuentran entre los suyos, principalmente porque la solidaridad y la ayuda mútua también se encuentran muy arraigas en este colectivo.


Nos encontramos ante una minoría étnica que poco a poco va integrándose en la sociedad. Aunque evidentemente se necesita de la colaboración de todos, que despojándose de posibles estereotipos han de conceder la oportunidad de establecer comunicaciones, vivencias entre gitanos. Es cierto que es algo cada vez más conseguido, pero como vengo reiterando una y otra vez a lo largo de mis entradas de este blog, el camino aún se torna largo si verdaderamente queremos hablar de una sociedad intercultural. Aún podemos encontrar barrios, sobre todo en las periferias urbanas donde es predominante la figura de este colectivo, lejos de cualquier núcleo poblacional. El contacto con la población paya es apenas inexistente, una circunstancia que provoca el desconocimiento mutuo y por tanto se favorece la aparición de prejuicios que en nada beneficia a un futuro proceso de integración. Las personas gitanas que tratan de buscar su porvenir fuera de lo que ha sido su entorno, se encuentran con la negativa, el rechazo de los otros, algo que les lleva incluso a negar su condición de gitano/a para poder acceder, por ejemplo, a un puesto de trabajo. Aún estamos lejos de un verdadero proceso de integración social para este colectivo. Claro está que la tendencia parece positiva, pero no lo suficiente como para hablar rotundamente de una convivencia satisfactoria entre payos y gitanos, pues aún son muchas las barreras que éstos últimos han de sobrepasar para poder contar con la aprobación de aquellos.


El papel del educador social se antoja fundamental y necesario. Entre las funciones que se les puede atribuir en este ámbito destacar:


- Participación y mediación: ha de participar en la vida del colectivo, conociendo sus intereses, problemáticas… igualmente ha de postularse como un sujeto mediador en el contacto con diferentes instituciones, la población paya e incluso entre la propia comunidad gitana.


- Sensibilización: tarea especialmente destinada al conjunto poblacional. Es básicamente el objetivo que se encomendaron las compañeras con la realización de su exposición.


- Prevención: en la comunidad gitana suele presentarse algunos factores de riesgo tales por ejemplo en materia de educación o en cuestiones higiénicas o sexuales, principalmente en aquellos sectores que se encuentran en barrios marginales. Su finalidad es pues evitar la aparición de estos factores que puedan conllevar a la marginación y exclusión social. En materia de educación, por ejemplo, sería conveniente la impartición de cursos de formación laboral para aquellas personas que no hayan tenido la oportunidad de asistir a la escuela, pues ésta posibilitará y facilitará su inserción socio-laboral.


- Reeducación: en muchas ocasiones este colectivo tiene muy interiorizado el papel que la sociedad espera de ellos y tienden a comportarse de la manera que los demás piensan que actúan. A través del proceso de socialización, estos roles se transmiten de una generación a otra, por lo que en este caso, la función del educador social se destinará a “desaprender lo aprendido”. Hacerles ver que con esfuerzo, tesón y constancia podrán romper los muros que ante ellos se interponen, del mismo modo que también se ha de concienciar que, como otros, ellos también pueden aspirar a un trabajo que les permitan gozar de una autonomía tanto personal como familiar, pues no olvidemos que muchas familias son dependientes de los recursos institucionales.



Como conclusión, destacar la gran labor desarrollada por las compañeras en su intento de sensibilizar sobre el colectivo gitano, que si algo les caracteriza es la cantidad de estereotipos que sobre ellos giran. Si queremos la integración de esta comunidad, no estaría nada mal que empezásemos por despojarnos de todos los prejuicios que podamos tener, y sobre todo considerar su carácter heterogéneo, un elemento crucial para no extender a un grupo de millones de personas, las conductas de sujetos individualizados. Con ello finalizo esta entrada.

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