domingo, 13 de marzo de 2011

EXPOSICIÓN GRUPAL: BULLYING_23/02/2011


Una semana más, continuaron las exposiciones grupales. Durante este día, tres de nuestras compañeras desarrollaron la temática de “Bullying”. En conjunto resultó muy atractiva y novedosa, pues a pesar de que siempre ha existido esta práctica, no se le puso nombre hasta fechas recientes. Es por ello por lo que comenzaré por su delimitación conceptual.

Cuando utilizamos el término Bullying, nos referimos a la intimidación, el maltrato entre iguales dentro del ámbito escolar. Esta actuación, con una reiteración considerable en el tiempo tiene como objetivo la humillación de la persona que la sufre. Se manifiesta de diferentes formas, y en clase, durante la exposición desarrollamos algunos role- playing que representaron a las mismas:

· A través del maltrato verbal (es el más habitual).

· Intimidación psicológica.

· Maltrato físico.

· Aislamiento social.

· Ciberbullying.

La realidad es que nos encontramos con un problema de copiosa actualidad. Los casos de Bullying cada vez van a más, y son muchos quienes demandan soluciones urgentes. Pero, ¿Qué está pasando? Quizás no tenga la respuesta, lo que sí estoy en disposición es de ofrecerles las claves, las pistas, los entresijos que conducen a este entramado.

Para empezar, quisiera ponerles en situación. En cualquier caso de bullying son patentes los actores protagonistas, esto es, el maltratador y la víctima o maltratado. Sin embargo, en ocasiones nos olvidamos de otra figura, los testigos, observadores o conocedores de la situación, o como quieran llamarlo. Las siguientes líneas tratarán sobre ellos, en un análisis minucioso que sin duda, ayudará a conocer aún más la temática sobre la que ha girado la tercera de las exposiciones grupales.

- El maltratador o acosador:

En general, suelen ser niños con problemas de índole psico-social, en el que la falta de autoestima o la debilidad o carencia de lazos familiares son más que patentes. La violencia se convierte en ellos en la única forma de resolución de conflictos, y todo ello puede obedecer a la repetición de patrones, roles que se han podido suceder durante su proceso de socialización. Por tanto, ya tenemos una base, raíz del problema, el estilo educativo utilizado por parte de los progenitores (o familiares), y será un tema a tratar como futuro aspecto que ha de cubrir la intervención, pero eso lo veremos más adelante.

Aunque estas personas pueden presumir de actitud extrovertida, en cierto modo son incapaces de reconocer y expresar sus propios sentimientos, lo que les lleva a actuar de esta forma. Además puede verse una cierta tendencia a imitar los comportamientos que el mismo ha experimentado a lo largo de su vida, ya sea en el ámbito familiar o en el mismo grupo de iguales. Es su peculiar manera de llamar la atención de aquellos con los cuales se rodea.

- El maltratado o víctima.

Suelen ser personas tímidas o introvertidas a los cuales suele acuñarse el calificativo de “raro”. También responden a personas estudiosas y donde la envidia de muchos los sitúa en el principal centro de burlas. A ello se une que son individuos de talante muy dócil que tratan de hacer frente a los problemas esquivándolos.

Su aparente debilidad es aprovechada por los acosadores para arreciar incesantemente contra ellos. Esto conlleva a que la victima viva una situación terrible y a la que por diversos motivos no pretende dar voz.

- Testigos de caso de bullying.

Copan una parte importante de este triángulo que imagináriamente hemos formado (acosadores-acosados-testigos). La realidad es que al igual que ocurre con otros tipos de conductas violentas, como el maltrato de género, a veces, por no decir, la inmensa mayoría, se echa la vista hacia otra parte, liberándonos de unas responsabilidades, que no obstante, tenemos. No es un problema únicamente entre acosador y víctima, sino también del conjunto de la sociedad en sí, pues ésta ha de tratar de prevenir, solventar situaciones como las que suelen darse cada en día entre los muros de nuestras escuelas.

Dado que se producen en el ámbito escolar, son las figuras docentes quienes suelen estar en disposición de captar problemáticas como ésta. Sin embargo, por diversos factores como falta de preocupación o encubrimiento del caso, en muchas ocasiones la víctima se encuentra sola ante el problema. Pero, ¿tienen los profesores la formación adecuada para diagnosticar y tratar un caso de bullying? Me temo que no.

Es donde puede entrar en liza la figura del educador/a social. Cada vez más, esta figura profesional se está haciendo necesaria en los centros escolares, pero no solo para casos como los que aquí nos atañe, sino también para otros que también afecta a los alumnos, más especialmente en ciclo de secundaria. En mi opinión se antoja imprescindible su inserción en este ámbito, además con una condición: delegándose en él las funciones que le son competentes. Con ello me refiero a que éste debe contar con un departamento propio y no como una figura adjunta al destinado para Orientación. Ambos perfiles pueden complementarse, pero no sustituirse, y hago hincapié en ello porque la persona que ejerza este cargo debe tener específicamente la titulación que lo acredite para desempeñar estas funciones, de nada serviría si ocupa este puesto otra persona, que sin negar sus habilidades y destrezas personales, no tenga la formación específica para trabajar situaciones como las que pueden depararse en casos de bullying.

La presencia del educador/a social cada vez se hace más patente en el ámbito escolar. Lejos de lo que muchos pensarían, su importancia no es meramente anecdótica, y harían bien en hacer inminente su presencia en las escuelas e institutos. Entre sus funciones, Juan Lirio Castro, señala las siguientes:

· Mediación.

· Apoyo educativo.

· Animación sociocultural.

· Formación de padres/madres.

· Formación al profesorado.


Si atendemos a la última de las funciones señaladas, en este caso (bullying), bien podría ofrecer cursos, jornadas sobre cómo atender situaciones en la que algún alumno pueda estar sufriendo bullying.

El siguiente enlace, http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/06/20/neurociencia/1213984300.html, muestra el programa que se ha llevado a cabo en algunos centros madrileños, y que al parecer, ha funcionado. Lo cierto es que todo tipo de iniciativas que se implementen para tratar de erradicar o prevenir el problema bienvenido sea, pero que todo ello no quede en algo novedoso de cara a la galería, sino que haya una firme intención e involucración de todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa para impedir la aparición de tratos vejetarios entre alumnos. El citado programa, así lo abarca. Con ello, evitaremos que el ir a la escuela no se convierta para algunos en un infierno que han de vivir día a día.

Decía en párrafos anteriores que las actuaciones de los acosadores pueden tener su origen en el contexto familiar, es el pilar que nos falta por describir y reflexionar, por tanto, será el siguiente punto a tratar.

Quisiera mostrarles primeramente, para abordar este asunto, las palabras de Ferran Bari, psicólogo experto en Bullying, al ser cuestionado por “¿Se han encontrado características en común entre los agresores de casos de bullying? ¿es la familia la culpable de la conducta conflictiva de su hijo?”

Los agresores presentan una baja autoestima, carencias afectivas y de sentimientos, necesidad de reconocimiento social, incapacidad de relacionarse en planos de igualdad, cobardía, capacidad de imponerse ante ciertas personas más débiles o tímidas, hábiles manipulando al grupo, a los profesores y a la familia, intolerantes…

En muchos casos el aprendizaje social se produce en el seno familiar, copiando patrones de conducta de los progenitores, mediante el denominado aprendizaje vicario, aunque no siempre es así ya que hay otras formas posibles de aprendizaje social como los grupos de amigos, los patrones televisivos, etc.

http://www.actualpsico.com/en-las-bromas-debemos-reir-todos-entrevista-a-ferran-barri-psicologo-experto-en-bullying/

Como recoge el citado personaje, el origen del comportamiento de los acosadores responde mayormente al ámbito familiar. Dependiendo del estilo educativo utilizado, los niños pueden desarrollar un tipo de conducta u otra, del mismo modo que pueden atribuírseles unas características psicológicas u otras. Por ello, al afrontar una situación de bullying, la intervención ha de realizarse desde la raíz del problema y en ello, como ya se comenta, la familia debe gozar de una gran importancia. No olvidemos, no obstante, que nuestro trabajo como educador/a social ha de destinarse tanto a la parte acosadora como a la víctima, postulándonos igualmente como un nexo entre las propias familias y el centro escolar.

En definitiva, señalar la gran propuesta de la que se sirvieron nuestras compañeras para acercarnos a una práctica que está copando una importancia destacada en la actualidad, y donde el pacto de silencio que parece haberse impuesto en estos temas, nos está conduciendo a una peligrosa tendencia a la normalización. Mientras tanto, niños/as llegan cada día a sus aulas con el temor a sufrir tratos vejatorios. Las soluciones se antojan urgentes, queda un gran trabajo por delante…

4 comentarios:

  1. Como pueden observar hay un cambio de letra en los últimos párrafos. Esta modificación ajena a mi intención, aún no le encuentro solución.
    A pesar de que es notoria la diferencia, ello no impide su correcta lectura. Disculpen las molestias.

    Un saludo.

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  2. Jaime, a veces a mi me ha pasado algo parecido. Prueba a seleccionar todo el texto antes de publicar y tratar de ponerlo en la opción fuente, que viene en blogger dándole dos veces. Creo que así se te igualará, aunque nunca se sabe.

    De todas formas, la entrada está muy bien, así que no te preocupes, ^^. Un saludo.

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  3. Muchas gracias Carmen por el consejo, lo tendré en cuenta para futuras entradas. Un saludo.

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  4. No se que pasa con la letra que sois varios los que teneis problemas, no obstante te digo lo que al resto, no te preocupes que el contenido es lo que vale la pena y se lee bien

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