viernes, 14 de enero de 2011

SESIÓN 13/01/2011

Aunque ya hace casi dos semanas que le dimos la bienvenida al año 2011, hasta hoy no hemos tenido nuestra primera clase de Intervención de este año (¡y vaya clase!, estupenda).

Llegó Almudena deseándonos un feliz año y recordando algunas cosas que debíamos tener presentes después del periodo vacacional que supuso la Navidades. Primeramente destacar el gran seguimiento que sigue teniendo los blogs, llegándonos a revelar que a su correo habían llegado casi ¡¡¡200 correos pertenecientes a entradas!!! (una pasada). Seguidamente quiso hacer hincapié, aunque ya había avisado vía web ct, de la realización de la 2ª parte del seminario que empezó allá por noviembre, y que tratará sobre protección de menores.

También quiso hacer mención a la evaluación, destacando que aunque el próximo jueves ya empezarían las exposiciones grupales, la reflexión sobre éste ya forma parte del segundo cuatrismestre. Los contenidos teóricos ya habían finalizado y eso se notó en el ambiente de la clase, más relajado que en sesiones anteriores. Almudena solo dio algunas pinceladas de los nuevos modelos de intervención, del mismo modo que recalcó la importancia del trabajo multidisciplinar en el que en un futuro estaremos insertos. Nos incitó a encontrar nuestro lugar, reivindicar nuestras funciones… y es necesario todo ello sobre todo si tenemos en cuenta que el ámbito educativo (hago referencia al papel del educador social) puede ser el más abierto dentro de los diferentes perfiles profesionales con lo que podamos trabajar.

Todo ello durante aproximadamente la primero hora de clase. El resto, simplemente me encantó, he aquí el motivo de “¡y vaya día!” que quizás haya podido crear sorpresa en los lectores de mi blog al comienzo de esta entrada. ¿Y a que se debe tal opinión ante la misma? Pues sencillamente porque Almudena se dispuso a hablar, comentar, dar claves, ejemplos…. de situaciones que podríamos encontrarnos en nuestro desempeño como profesional… y es que, ¡qué necesitados estamos de clases como ésta!. El tema tratado giraba en torno al Sindrome del Emperador y creo que nuestra profesora pudo ver mientras hablaba cómo el interés y la expectación ante lo que se decía era máxima, ya que aunque por lo general no solemos ser una clase “charlatana”, en alguna que otra ocasión podemos pecar de ello. Sin embargo, durante este coloquio de nuestra profesora el silencio era casi sepulcral, un silencio roto por una pregunta o duda que pudiera surgir. Fue un aspecto muy significativo.

Sin embargo, no quedó ahí todo ya que dedicamos gran parte de la clase a trabajar la expresión, el hablar en público. Este aspecto solo lo habíamos trabajado durante el primer año, en Didáctica con el profesor Jose, por lo que es muy importante volver a incidir en ello ya que en próximas fechas nos enfrentamos a una exposición, y no solo eso, en un futuro profesional seguramente tendremos que realizar muchas exposiciones donde tengamos que ponernos frente a un auditorio. A pesar de todo, seguimos teniendo muchos miedos, preocupaciones a la hora de enfrentarnos a un público, de transmitirle y comunicarle, siendo pocos los que no sienten esa intranquilidad previa a ese encuentro con el respetable.

Una cosa esencial que considero importante destacar es cómo desde primera hora Almudena trató de restar importancia a todo lo que nos preocupe. Y reitero es elemental este aspecto, pues me atrevería a decir que desde este día, mucho nos enfrentaremos al trabajo de otra manera, ya que seguro que con ello hemos ganado en confianza… que temblamos ¿y que?... que tropezamos, nos levantamos…. Que olvidamos, tratamos de reconducir el hilo comunicativo lo más cercano posible a donde lo dejamos. Ella misma nos demostró que esa aparente tranquilidad de la que puede hacer gala durante sus explicaciones en clase ha sido fruto de diversas situaciones donde había tenido que hacer frente a sus inquietudes a la hora de expresarse en público. Todo ello, personalmente me ha servido de gran ayuda, y las aportaciones, experiencias y consejos postulados por una profesional con años de experiencia trataré de hacerlos míos, de llevarlos a la práctica a partir de ahora, y seguramente no seré el único. La experiencia hará el resto.

Tras esta descripción de esta clase “especial” continuaré señalando cómo cada vez las clases de esta asignatura se me van haciendo más y más amena. Son sesiones diferentes, abiertas, participativas, reflexivas…. En definitiva contiene todos los ingredientes para hacer que cada jueves entremos en clase con la sensación de que no nos va a defraudar, deseosos y expectante ante lo que pueda surgir durante la misma... El guión no está escrito, somos nosotros quienes marcamos el ritmo, la pautas (obviamente con las directrices de la profesora) y eso me gusta… decía Almudena que quizás saquemos mucho más provecho a las clases de la que inicialmente pensábamos…. Y el tiempo no ha tardado en darle la razón.

Comienza otro periodo, ahora la batuta de la clase será asumida por los alumnos y seremos nosotros los que transmitiremos a los compañeros todo lo estudiado y trabajado, intentando que disfruten, aprendan lo que nosotros previamente hemos hecho…. La cosa promete….

1 comentario:

  1. Reflexiones como esta hacen que me guste mi trabajo y que cada día merezca la pena esforzarse por cambiar y mejoras los modelos de enseñanza.

    Gracias sinceramente

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